Co-existen en la cultura que vivimos, muchos conceptos, tradiciones y costumbres que no son sanas, ni tampoco le agregan valor a la existencia; la mayoría de ellas incluso son contrarias a lo que establece la palabra de Dios.
Para los creyentes estos contrastes se convierten en retos, obstáculos a superar, la creencia popular es que “como la mayoría de la gente lo practica, entonces es correcto”, pero esto no es cierto. Quiero hoy compartirle tres de estas costumbres o mal interpretados conceptos:
Primero, Hay un excesivo valor e interés por lo material; el que hace que las personas se concentren únicamente en buscar afanosamente la manera de conseguir riquezas y de acumular cosas, todo al precio que cueste, sacrificando la familia, los hijos, pasando por encima de los demás, en muchos casos sacando provecho del débil o del necesitado.
Segundo, Hay falta de interés en lo espiritual; cada vez hay más resistencia al conocimiento de Dios y de su plan de salvación por medio de Jesus; podemos ver como hay muchos que incluso aceptan cualquier doctrina que les “haga sentirse bien” y que “les estimula el incremento del egoísmo” o que “les hace confiar solo en sus propias capacidades”, desconociendo al creador y lo que Dios diseño para que vivan una vida plena.
Tercero, Incremento en la rebeldía; los niños de hoy están actuando de manera rebelde, la cultura independentista que producen los teléfonos inteligentes, la influencia negativa de familias disfuncionales y los modelos de estudio en las escuelas, no les enseñan a amar a Dios ni se les transmiten los valores del honor y de la honra. Vemos como el modelo de familia establecido por Dios de “un hombre y una mujer” que se aman y que constituyen una vida familiar para toda la vida se ha deshecho y por lo tanto millones se casan y se divorcian, otros están viviendo con personas del mismo sexo, creando una cadena de inestabilidad y de falta de conocimiento de la verdad de Dios en los hijos que terminan repitiendo el mismo patrón.
Por eso te pido que ores y te unas a los millones de cristianos para que tengamos la fortaleza, la sabiduría de estar firmes en el Señor, conociendo Su Palabra y poniéndola por obra, entendiendo que la obediencia a Dios es la única manera de obtener buenos resultados.
Pide al Espíritu Santo diariamente la guía y fuerza para seguir adelante.
Versículo: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado” 1 Corintios 2:12 (RVC)
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