Alabar es -bíblicamente hablando, “celebrar, glorificar, cantar, alardear. El sentido de «alabar» es, la traducción del verbo hebreo “halal”, que significa hablar con alarde de alguien más, en este caso de Dios”.
Te propongo que cada mañana declares, celebres, glorifiques, cantes y hagas alarde de Dios.
Cuando lo hacemos estamos reconociendo la grandeza y potestad del Señor. La Escritura nos enseña que “la vida y la muerte están en poder de la lengua” (Proverbios 18:21). Cuando alabamos a Dios estamos declarando “vida”.
Es posible que las cosas puedan estar difíciles a tú alrededor, que haya situaciones y gente actuando contra ti, o tal vez, que estos estén actuando con actitudes negativas, que se quejen y estén desanimadas… aunque esto sea muy fuerte… ¡no permitas que este espíritu te influya!.
A pesar de toda situación, dificultad o malestar, tú puedes elegir darle ofrendas de honra al Señor. Un fruto de alabanza que reconoce que para Dios no hay imposibles…
Recuerda que cuando pones a Dios primero, entonces la gracia de Dios se hace manifiesta en tu vida.
Ora para que tu boca declare alabanzas al Señor, para que tu mente reconozca la grandeza de Dios, que puedas exaltar el nombre de Jesús -Nombre por sobre todo nombre
Versículo: “Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre”. Hebreos 13:15 (NVI)
No hay comentarios:
Publicar un comentario