Lo que hoy es grande, un día fue pequeño; nadie nace crecido, todos pasamos por etapas en la vida, al principio éramos pequeños, pero un día seremos ancianos.
Esto me lleva a decir que “de lo pequeño nace lo grande”.
A veces la gente quiere hacer cosas grandes, pero no quieren empezar por lo pequeño.
Un buen consejo es este… “Es más importante comenzar que esperar a que todos los elementos estén completos”.
Es igual en la vida espiritual, no se debe esperar hasta tener todo el conocimiento bíblico para servirle al Señor, así como tampoco hay que haberse leído toda la Biblia para empezar a declarar las promesas de Dios.
Cuando Jesús estaba siendo bautizado en el Jordán dice la Palabra de Dios que: “Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Mateo 3:17 (RVR1960).
Esta fue una afirmación poderosa para Jesús al comienzo de su ministerio. Fueron las Palabras del Padre marcando el inicio, afirmando al Hijo y estableciendo el destino delante de los testigos. fue éste el inicio de tres años de ministerio lleno de tentaciones, agotadores, con retos, largas caminadas, seguidores y opositores, multitudes con grandes necesidades, fidelidad de unos pocos y persecución del sistema religioso de la época, etc. Pero la poderosa afirmación dada por el Padre fue el estímulo más importante para Jesús en sus años de ministerio.
Te pregunto, ¿Qué palabra de afirmación del Señor es la que necesitas el día de hoy?. También enfrentamos en nuestra vida, trabajo, situaciones familiares y ministerios, agotamiento, tentaciones y a veces desaliento. Por eso es tan importante que como creyentes nos aferremos a las afirmaciones contenidas en la Palabra de Dios, pues son alimento y fortaleza para continuar.
Debes tener claro que Dios el Padre te ama de manera total e incondicional, que por medio de Jesús has sido adoptado(a) como hijos(as) en su familia celestial; que cuentas con la provisión de Su gracia, además de la redención, restauración y posicionamiento en el Reino de Dios; también contamos con compañía, revelación, dones, talentos, poder y sabiduría en el Espíritu Santo, y mucho más…
Te escribo hoy para que seas afirmado(a) en que lo que Dios quiere para ti es lo mejor como hijo(a) amado(a) y que gracias a ésta revelación tu vida será productiva hoy y siempre.
Ora para actuar, para declarar y para creer que el Señor te ha dotado de lo que necesitas para cumplir el propósito… para que este mensaje sea el iniciador… el primer impulso para el desarrollo de tu llamado.
Versículo: “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre” Juan 15:16 (NVI)
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