Es gracias a Dios que podemos despertarnos cada mañana.
Si Él no nos permitiera estar vivos al amanecer, ¡de nada serviría el tipo de reloj despertador que tengamos!; es decir, la vida es un regalo que el Señor nos permite tener.
Si Él nos ha dado la vida y de Él depende que sigamos vivos, ¿no crees que deberemos buscarle para escuchar Su voz sobre cómo quiere Él que actuemos durante nuestra existencia en la tierra?
El profeta Isaías escribió “…Mañana tras mañana me despierta y me abre el entendimiento a su voluntad.” (Isaías 50:4 – NTV).
¡Que palabras tan llenas de sabiduría!; el profeta declara que cuando Dios le despierta, el como hombre que ama al Señor, está dispuesto con su mente abierta y con el oído preparado para escuchar la voz de Dios que le revela Su Santa voluntad.
Acostúmbrate, durante este tiempo de ayuno y de oración a escuchar la voz de Dios.
Que incluso antes de que te levantes de la cama puedas escuchar lo que Dios tiene que decirte.
Te aseguro que este será un buen día si lo empiezas con el oído preparado, tomándote tiempo para escucharlo. Dios quiere hablarte, y además darte la revelación de Su plan para cada día de tu existencia.
Versículo “Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias te busco desde que amanece, como quien busca una fuente en el más ardiente desierto”. Salmos 63:1 (TLA)
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