domingo, 20 de enero de 2019

MANTENERSE FIRME

1a PEDRO 4:19 “…, los que sufren según la voluntad de DIOS, entréguense a su fiel creador y sigan practicando el bien.”

Me temblaban las piernas y la voz cuando hablé ante la conferencia de padres. Para mí fue un gran paso de fe levantarme ante una multitud y compartir las enseñanzas del SEÑOR. Pero sucedió que un hombre entre la audiencia se molestó. Escribió cartas e hizo llamadas para impedir que continuase dirigiéndome a la audiencia en la conferencia solo por ser mujer. Tuvo éxito y quedé destrozada. Durante meses no hablé delante de otro grupo. Silenciada por mi autocompasión, dejé de cumplir con el papel para el que DIOS me había designado.Es extraño cómo la autocompasión puede convertirse en un hábito confortable e impedirnos aprender, crecer y hacer el bien. Gracias a DIOS, el Señor utiliza tanto nuestras derrotas como nuestras victorias (Ver Romanos 8:28 “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.”).

Poco a poco DIOS me ayudó a recuperar la confianza y volver a hablar en público. Había aprendido que permitir que la autocompasión dirigiese mis acciones no constituye una respuesta fiel a los desafíos y dificultades. Cuando nos cuestionan por nuestra fe, y esto va a ocurrir, lo mejor es seguir sirviendo, confiando en que DIOS nos bendecirá.La promesa del Señor es: «Dichoso el hombre que soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado recibirá como premio la vida, que es la corona que DIOS ha prometido a los que lo aman» (Santiago1:12, DHH).OREMOS: DIOS de amor y de justicia, ayúdanos a confiar en Tí en cada victoria y en cada derrota. Gracias por utilizar ambas para Tu propósito y Tu gloria. En el amor de CRISTO, amén.

Sra. May Patterson (Alabama, EE.UU.) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario